sábado, 10 de agosto de 2013

Una vez más.

La música al máximo
resuena en los cascos
alejándote del mundo,
alejando al mundo de ti.

La mano se mueve deprisa
esbozando un trazo detrás de otro
dando vida a un dibujo que nadie verá nunca.
Lo que sea con tal de huir del caos de tu cabeza.

Ha regresado la ansiedad,
las ganas de gritar hasta romperte la garganta,
las lágrimas, los ojos cerrados con rabia,
la presión en los puños.

Vuelves a sentirte pequeño,
vuelven a herirte,
vuelven las mentiras, los miedos,
las ganas de salir corriendo.

Una vez más coloreando los días de gris,
una vez más viendo difuminado por las lágrimas,
una vez más queriendo huir en vez de luchar,
una vez más levantando muros que tapen el Sol.

Y es que a veces 
prefieres sumergirte en la oscuridad
para que tu propia luz 
te salve.

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