domingo, 8 de diciembre de 2013

Mi pecado capital

Eres fuego del averno,
una explosión de sensaciones
que desatan dentro de mi
los pensamientos más obscenos.

Mis ganas de comerte de forma voraz,
de devorarte con avidez,
de no dejar ni un milímetro de piel
sin marcar por el roce de mi lengua.

La ambición de tenerte sólo para mi,
la codicia desatada
por tenerte y poseerte
en cada instante del día.

Contigo aumenta la desgana
por salir de la cama si estás en ella
y la desidia por hacer cualquier cosa
que no sea provocar terremotos en el colchón.

Quiero hacerte el amor con furia,
atarte las manos al cabecero de la cama,
sentir cómo te estremeces debajo de mi,
someter cada uno de tus movimientos.

Ansío dominar la forma perfecta de tu cuerpo,
hacer un pacto con Leviatán
para poder disfrutar
de cada mínima parte de ti.

4 comentarios:

  1. Wow!
    Es grandioso por lo sensitivo o sensorial (no sé cómo se diría).
    Se ve escenificada la escena sin que le falte detalle alguno, por nimio que sea. Me gusta mucho cómo consigues que se activen todos los sentidos.
    ¡¡Eso es poesía!!
    Enhorabuena

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jo, muchísimas gracias Carlos. Cosas como ésta animan a seguir escribiendo. Un besazo.

      Eliminar
  2. Un poema muy visual. ¿Acaso el deseo se puede expresar de una forma mejor?

    ¡Salud!

    ResponderEliminar